James Graham Ballard publicó su novela Crash en 1973. No la he leído, pero las informaciones indican que la obra es prácticamente intraducible en imágenes; una vez vista la versión de Cronenberg, la película es prácticamente indescriptible en palabras.
Es sorprendente cómo, partiendo de una obra ajena,  Cronenberg, una vez más, la trasladó a su mundo personal, tal como había  hecho anteriormente con La mosca (1986), Inseparables (1988), The Naked Lunch (1991) y M. Butterfly (1993, previos originales literarios o teatrales). También entronca con su  primera etapa de cine fantástico, pues Cronenberg es un realizador en  constante evolución pero siempre coherente con su percepción del mundo  como artista; en Crash se perciben impactos visuales de Videodrome (1983), de La mosca, de Inseparables, de The Naked Lunch.  De hecho, partiendo de una novela no fantástica de un escritor  especializado, más o menos, en el género, Cronenberg ha efectuado una  película sugestivamente irreal, una prueba más de que una obra es  fantástica por la perspectiva con que se narra, no por sus mecanismos  narrativos. Y Crash es cine fantástico cien por cien.
En un mundo que casi parece extraído de una pesadilla kafkiana -y que recuerda el Montreal asolado por la plaga de Rabia (2009)-,  el matrimonio formado por el productor de cine James Ballard y  Catherine viven su relación acostándose con otras personas y después  contándose sus experiencias mientras realizan el acto; de este modo,  prosiguen la relación con los demás, una vez comprobado que ellos, por  sí mismos, no se estimulan lo suficiente. En un accidente  automovilístico que sufre James, conoce a Helen y ella lo introduce en  un mundo de fascinación por los accidentes, los coches, los cuerpos  doloridos, llenos de cicatrices e imposibles aparatos ortopédicos, tan  desquiciados como el material quirúrgico de Inseparables. Ello  re-conduce la relación entre James y Catherine, al tiempo que el primero  va introduciéndose más y más en unos afectos basados en el  sadomasoquismo y donde la unión entre lo orgánico y lo mecánico es la  sublimación del acto sexual. En realidad, tanto James como Helen,  Vaughan (la pareja de Helen) o Gabrielle (una enigmática lisiada que  vive con Vaughan y Helen y se acuesta con ambos) están haciendo el amor  con los automóviles, no con las personas con las cuales fornican dentro de  los vehículos. Y el orgasmo es una colisión entre coches, de ahí que  tras ser Vaughan sodomizado por James, el primero embista su vehículo  contra el del segundo, intercambiando de ese modo los roles; véase lo  significativo que todos los actos sexuales que aparecen en el film sean  de penetración por detrás, lo que los equipara a la embestida de un  coche contra el vehículo que tiene delante.
Crash es, en suma, una composición que ofrece  infinidad de visiones, lecturas e interpretaciones, un film  desasosegador, inquietante y excitante (no en el sentido sexual, sino en  el intelectual). No es una película para todos los paladares, pero es  una obra maestra.
 La  película sufrió iras censoras en todo el mundo, y en Inglaterra se  prohibió su estreno. En Estados Unidos fue amputada, y en España se vio  la versión íntegra. Con todo, el final fue cambiado: tras el accidente  final, James y Catherine hacían el amor mientras el coche ardía, y  después reposaban, ella mostrando su desnudo, y la cámara iniciaba un  movimiento de retroceso.
Capturas:
Datos tecnicos: 
*Titulo original: Crash
*Año: 1996
*Genero: Sexplotation, clasico, fantastico
*Idioma: Español
*Tamaño: 431 Mb
*Formato: FlV
*Servidor: Mega
*Calidad De Imagen: Excelente Calidad
*Año: 1996
*Genero: Sexplotation, clasico, fantastico
*Idioma: Español
*Tamaño: 431 Mb
*Formato: FlV
*Servidor: Mega
*Calidad De Imagen: Excelente Calidad
 





 
 
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