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lunes, 18 de marzo de 2013

Reporte: Ricardo Islas

 





Ricardo Islas, "el John Carpenter uruguayo"
SANGRE, SUDOR Y CINE

por Alejandro Yamgotchian (octubre, 2004)

Arte7 y una charla con uno de los más importantes realizadores de cine fantástico de habla hispana, el coloniense Ricardo Islas, actualmente radicado en Chicago (Estados Unidos). Su etapa en Uruguay y el exterior, desde sus primeros trabajos en Colonia y experiencias en Montevideo más una posterior, ya profesional y en otro contexto, al comienzo con dificultades pero luego con nuevos recursos y siempre con las mismas ganas de producir y trabajar


Arte7: Tu etapa de "esplendor" en Uruguay coincidió con una tímida de producciones en video post dictadura. Ahora la cosa ha cambiado muchísimo. ¿Qué sensación te deja eso?

Ricardo Islas: Es una sensación muy ambigua. Por un lado me digo a mí mismo que me hubiera gustado quedarme. Yo nunca me fui contento; ni siquiera pensaba quedarme aquí. Cuando veo todo lo que está ocurriendo en Uruguay en materia de producción, y veo que los nombres que están al frente de ese movimiento son personas que solían presentarse conmigo a certámenes donde ganábamos mano a mano o el que ganaba era yo, me digo a mi mismo "ahí se están comiendo mi pedazo de la torta". "Pero", por otro lado, sé muy bien que lo que está pasando en Uruguay es fruto del talento de estas personas sumado a su capacidad de "networking", y/o saber vincularse con las personas adecuadas y cosechar las amistades adecuadas. Y eso es algo que yo nunca he sabido hacer; ni allá, ni aquí. No sé venderme. Nunca lo he sabido. A veces pienso que en Uruguay logré el primer premio FONA, porque lo único con que contaba era un guión compitiendo de igual a igual con otros, en manos de un jurado imparcial; nadie me puede acusar de haber tenido amigos en ningún jurado... yo era "del Interior"; y por eso gané. Porque fue pelo a pelo. Pero ahora, la mayor parte de las producciones que se hacen en Uruguay, como en casi todos los países, se hacen por medio de dinero que vienen de co-producciones, IBERMEDIA, capitales españoles, argentinos, gente que se conoce en festivales, Sundances y otros dances. Ahí ya entran otras reglas en las que creo hubiera perdido desde el vamos.

Sé que estuviste tirando currículums por varios lados, luego del éxito que tuviste con Plenilunio y Mala sangre, pero no hubo caso. Ahí fue cuando te fuiste a Chicago…

Ya me había olvidado lo de los currículums. Es verdad. Sin duda eso tuvo que ver en parte con mi decisión, pero sin embargo en muy menor grado. Una vez más... soy del interior. El "no" de las empresas productoras de Montevideo no fue tan decisivo como sí lo fue el "no" de un instituto privado de enseñanza de inglés en Colonia, en el cual había solicitado empleo como Profesor, y mi despido del sistema de escuelas publicas, donde también enseñaba ese idioma. Me despidieron porque había faltado mucho el año anterior y también por la varicela que había contraído mientras filmaba Mala sangre; me quedé sin laburo y pasé hambre justito antes de mi viaje a Chicago y también justito antes de ganar el FONA.

Mala sangre
¿Empezaste trabajando como camarógrafo en un canal de TV 
sensacionalista?

No, no fue un canal de TV. Cuando llegué a Chicago puse el cable en casa de un amigo, donde viví las primeras dos semanas, y estaban mostrando un programa local de un productor llamado Juan Gil. El programa traía un sobreimpreso con el nombre de su productora y un teléfono. Lo llamé, me entrevistó y al rato estaba trabajando por siete dólares la hora. Hacía luz y edición, más que nada, y algo de cámara. También llegué a hacer de reportero, ya que Gil trabajaba para la cadena de noticias ECO. Un hecho gracioso es que mi primer nota como reportero fue dentro del Edificio Federal de Inmigración. Y yo mismo era más ilegal que un billete de tres dólares. No te engañes, no es el sueño americano... Gil me compró un beeper y me llamaba sólo cuando me necesitaba, que a veces era una vez por semana, a veces dos. Ganaba dos pesos. Me comí mi tarjeta de crédito y el dinero de una vivienda que había vendido en Uruguay durante mi primer año en Estados Unidos. Rentaba un apartamento en un barrio "súper" peligroso, donde había puesto mi computadora en el suelo para que no vieran de afuera que tenía una. Pasé meses escribiendo e-mails y guiones sentado como un hijo de buda.

¿En qué consiste Hispanos? ¿Con qué intención la hiciste?

Hay mucha historia para contar y no sé qué espacio vayas a tener para publicar todo este rollo... Hispanos fue producida por Gil y Gil Televisión también. Volviendo a mi laburo del beeper, no duró mucho; un día Gil me despidió. Cuando lo hizo, traté de convencerlo de hacer películas, pero me dijo que no. Quede en banda por meses y ya estaba desilusionado, por lo que compré el boleto de avión para regresar a Uruguay. El mismo era para un jueves. La semana anterior dos amigos me vinieron a ver con el chisme de que Juan Gil iba a producir una telenovela con otro productor. Y me puse a maldecir a los mil vientos, porque meses antes me había despedido y me había dicho "no" a producir películas. En lugar de llamarlo para insultarle se me ocurrió algo mejor. Lo fui a ver el lunes antes de mi regreso a Uruguay y le dije que me venía a despedir y a agradecerle por la oportunidad que me había dado anteriormente, haciéndome el boludo como que no sabia nada de la telenovela. Me contrató de inmediato para dirigir la "novela" y viví de eso por un año, ya que el rodaje duró nueve meses y luego vino la edición. Devolví el pasaje por correo y me devolvieron la guita, excepto el impuesto. El Tío Sam siempre se queda con su tajada. Hasta el día de hoy, Juan Gil sigue contando la historia como "El día que se me apareció la virgen"; así llama al día en que le fui a ver... Lo dejo que siga pensando así; total hacer feliz a la gente es gratis y la verdad sí le estoy agradecido porque fue lo suficientemente loco como para poner en mis manos un equipo completo de televisión y dejarme hacer lo que quiera por un año. De pronto, de estar sentado como un buda mandando resúmenes a diestra y siniestra y literalmente cagándome de hambre, pasé a ser el director y escritor de la primer "novela" latina del Midwest y en ese momento, 1997/98, de todo Estados Unidos, ya que nadie estaba haciendo una historia de inmigrantes latinos donde los malos eran gringos de la migra y el elenco era totalmente internacional. Fue una experiencia única. Trabajamos como animales. Gocé como nunca en todos los sentidos imaginables. Sí se podría decir que esa fue una etapa que se acerco al "sueño americano". Originalmente se titulaba "Chicago", pero para agregarle universalidad le puse luego "Hispanos". Las historias que se ven ahí, y en especial las cosas que le pasan al protagonista, están sacadas en forma casi directa de mis propias experiencias, en lo que respecta al principio de mi aventura migratoria. De alguna forma esto inició con fuerza una nueva etapa en mi carrera, en la que escribiría más basado en la vida que en las películas que he visto.

¿Cómo explicás el hecho de que para el llamado a casting de esta miniserie muchos dieran marcha atrás al enterarse de que se trataba de una miniserie y no de una novela?

Eso tiene que ver con el impacto enorme que las telenovelas tienen en la vida de los hispanos y en especial en la mentalidad de las mujeres. Hay muchas actrices que conozco y respeto como personas que quisieran trabajar en novelas... cosa que no concibo. Se explica en el hecho de que para muchos trabajar en una telenovela es el sueño de una vida... Hay gente para todo.                      


En una entrevista que te había hecho Darío Lavia para Cinefania.com, decías que Headcrusher fue una de tus peores películas. ¿Por qué?

Me doy cuenta de que vos, al igual que mucha gente no piensa así. Creo que para un tipo que hace películas como yo, es decir para alguien que pare sus películas en forma artesanal, es muy difícil no vincular el producto final con el proceso de producción y/o parto. Headcrusher fue mi primer experiencia en trabajar con americanos y estaba recién salidito de otra pero mágica como la mini-serie Chicago. En esta última teníamos una verdadera familia. Hubo lágrimas el ultimo día de rodaje. Eso fue en noviembre de 1998. En enero de 1999 ya estaba en pleno rodaje de Headcrusher, donde todo era árido, frió, de clima también; enero es hielo total en Chicago. Mi vida personal, por otro lado, estaba atravesando por quilombos inconfesables, fruto de lo mucho que "gocé" durante la producción de Chicago... Donde hubo destrozos, resaca queda... Entonces, toda la experiencia de Headcrusher fue muy dura. Además, al terminar "Chicago", se acabó mi contrato de productor/director/escritor, que aunque pagaba un moco, me daba para vivir y estatus social. De pronto había quedado desempleado de un día a otro, una vez mas cortesía de Gil y Gil Televisión, y fui a parar a un estacionamiento, donde cuidaba autos caminando en la nieve, ocho horas por noche. De siete a once de la noche y a veces de diez a seis de la mañana. Caminando en el hielo, sin oficina ni gaceta. Así me comí todo un invierno. En ese momento uno de los contratistas del estacionamiento quiso producir una película...; esa fue Headcrusher. El sueño americano en todo su verdadero esplendor... caminando en el hielo...

Hablando estrictamente de la película creo que se notan en el producto las peripecias emocionales del director. Hubo barrabasadas que las vi pasar y no me importaron. Pero luego allí quedaron. Hay una escena de un empleado de la morgue al que le aplastan la cabeza con la pata de una camilla. Cuando llegó el de los efectos especiales trajo una cabeza con pelo largo. Y yo le dije "Hey... el actor tiene pelo corto". El de los efectos le quitó la peluca a la cabeza de goma y se la puso al actor: "ahora si se ven iguales"... Resultado, el actor parece un cantante de Abba... Esas cagadas las permití, porque nada me importaba un carajo. Mi mente estaba en mis quilombos personales.


Me llamó la atención lo sangrienta que era, más alejada de la sugestión, que igual la tenía aunque en menor grado, de tu etapa sudamericana. De todas maneras no deja de ser una obra que tiene sus cosas.

Desde el guión, fue concebida como la primera de una serie de películas berretas para crear una productora latina onda Roger Corman. Hacer esto siempre es un error. Un error que había cometido ya en Uruguay, cuando hice Las cenizas de Crowley. El guión de Las cenizas... lo delineé un viernes en que tenía fiebre y lo escribí en dos o tres días. Me dije a mí mismo que va a ser la primera de una serie de películas rápidas y fáciles... No, no; la vida no es así. Cuando uno es un productor independiente en el mundo de hoy, que no es el Estados Unidos de los autocines de los ´50, donde Corman hacia una película en una semana y ganaba plata en las próximas dos, cuando uno vive en la realidad de hoy, no puede planear sus películas como si fueran albóndigas. Esa cagada que cometí con Las cenizas..., la cometí también con Headcrusher... y se nota.


Hay escenas de sadismo y sexo implícito en Headcrusher donde sos muy gráfico. Incluso en Amor brujo aparecen otras vinculadas a las drogas ¿Incide el tema del contexto urbano en que estás viviendo o es la propia sociedad norteamericana, mucho más abierta que la uruguaya?

La sociedad norteamericana es la sociedad mas reprimida e hipócrita de la historia de la civilización occidental, y esto incluye la cooperativa agropecuaria de Tarariras. Esto es hoy. Fue maravillosamente abierta décadas atrás. Pero el miedo al S.I.D.A. y a los presidentes republicanos han convertido a este país en un lugar casi inhabitable para alguien con espíritu libre.

La perversidad sexual y la oscuridad de Headcrusher, Amor brujo y/o cualquier otra de mis películas son fruto de la oscuridad de la mente de su creador... Claro que en Colonia no hubiera encontrado ni en mis alumnas de Inglés, ni en mis primas o vecinas, ni en el elenco de la comedia municipal, actrices o actores que hicieran lo que yo quería. Pero ya entonces, yo lo quería... Aquí la cosa ha cambiado. Pensá que en Miedo silencioso, mi única película con actores de Montevideo, metí una escena de desnudo y algo de lesbianismo sugerido entre Sara Bessio y Julieta Denevi. Si algún "día" vuelvo a filmar en Uruguay no van a ser historias para la iglesia de los testículos de Jehová; te lo aseguro.

Amor brujo

En Headcrusher un personaje terciario femenino hace referencia a los gringos como algo despectivo. En Amor brujo tu personaje de profesor lo amplía con lujo de detalles. ¿Sentiste el racismo hacia los latinos cuando llegaste?

El racismo en este país, en especial después del 11 de setiembre, es propio de un capítulo de la mini-serie Raíces. Uno no cree que esto sea tan jodido hasta que lo empieza a vivir en carne propia. Como dije antes, todas mis películas reflejan en buena medida experiencias y/o perspectivas muy personales. Pero a mí me gusta, siempre me ha gustado observar mucho. La sociedad en general es como un fascinante viaje al zoológico donde estoy permanentemente observando cómo se comporta la fauna. Lo que ves en mis películas es apenas la superficie de lo jodido que es el tema del racismo aquí. Lo sentí cuando llegué, y lo sigo sintiendo hoy que trabajo en un canal de televisión con mi sueldo digno y beneficios sociales de residente legal. Se ve en las cosas mas mínimas y también a gran escala. Te digo más, es cuando empezás a hacer las cosas "bien", cuando comenzás a salirte de la ilegalidad y emprendés el camino a tu legalización social, cuando el sistema más te empieza a castigar y a hostigar. En la hipocresía de este sistema, a ellos les sirve que seas ilegal y cuando dejas de serlo les empezás a joder... y te lo hacen saber.

Yo coproduje, coescribí y dirigí un programa de televisión durante cuatro temporadas que se pasa hoy en varias ciudades de Estados Unidos y que se llama Nuestros niños. Gané dos nominaciones para un Emmy con un especial que hice el año pasado. Fue la primera vez en la historia de la TV americana que un programa como el nuestro, en español, es nominado para un Emmy, compitiendo con programas americanos de habla inglesa. Luego cambió la gerencia del canal donde trabajo; los nuevos gerentes son blancos. Levantaron el programa y los capítulos de la última temporada; ahora los pasan los sábados a las seis y media de la mañana, como algo vergonzoso, que no quieren mostrar... ¿Contesta tu pregunta?


En tus trabajos en Chicago has demostrado cierta mordacidad respecto a la cultura americana. ¿Cómo te lleva eso?

Se ha dicho que el pueblo americano no es el problema, que el problema es el gobierno... Nah... En un sistema democrático los gobiernos son la representación de su pueblo. Y este es un sistema democrático. Si entendemos la democracia como un sistema perfecto e ideal, entonces ningún país es democrático. Pero si lo vemos simplemente con una forma de organizar una sociedad, entonces sí; Estados Unidos es una democracia y Uruguay también, y casi todos los países del mundo lo son. Nos rige un sistema. Quizá no estemos de acuerdo con el gobernante de turno, pero el gobernante de turno es meramente circunstancial. El sistema es nuestro gobierno. Y el sistema ya no es político. Lo político es otro fósil seco, como las discusiones de mi adolescencia. El sistema hoy es puramente corporativo y económico. Las corporaciones no tienen bandera política ni regional. Tienen comités multinacionales y multirraciales, con una sola meta: hacer dinero. La cultura americana que nos vendieron en las películas que veíamos cuando niños se fue al absoluto carajo. Cambió por completo. Hoy aquí hay un crisol de razas y costumbres. Es un soberano quilombo y no está funcionando. Los que tienen el poder son una minoría asustada y una minoría asustada con poder es terrible, porque se vuelve paranoica y empieza a hacer atrocidades, fruto de su inseguridad. En ese contexto el terrorismo de Estado se vuelve el pan de cada día y todos lo aceptan porque si viene de arriba, tiene que estar bien... Mientras no venga del Medio Este con turbante y no afecte mi economía no lo voy a cuestionar. Si alguien está leyendo esta entrevista y está planeando emigrar a Estados Unidos, mejor que esté mentalmente preparado para ir a la guerra. Ahora, lo que falla una vez más aquí y en la China es el elemento humano. El pueblo americano está deshumanizado, fruto de años de oscurantismo educativo y de la paranoia propia de la sociedad de un imperio en decadencia. Le pasó a los romanos, que cuando se quisieron acordar había diez no ciudadanos por cada ciudadano caminando por Roma y le esta pasando a América. Entre Nerón quemando todo antes de que le escape de las manos por completo y Bush dejando que un par de aviones hagan mierda las torres del centro comercial, la única diferencia es la cobertura televisiva.


Para matar a un asesino
 
¿Cómo diste con el sobrino nieto de Al Capone, que hace de jefe mafioso en Headcrusher?

Se presentó a un casting, vistiendo como Al Capone y rodeado de otros que parecían sacados de una escena de Buenos muchachos. Fue muy divertido. Le di el papel sin pensarlo dos veces. Tiene otro papel chico en Para matar a un asesino.


En Amor brujo dejás traslucir, por escasos momentos, cierta faceta de comediante que sos o que te gustaría consolidar. Incluso en Gag ya habías tirado muchas líneas al respecto.

Me lo han dicho muchas veces y yo lo sé también: la comedia es lo mío. Pero hacer terror y mantener la comedia en la vida cotidiana ayuda a mantener cierto balance emocional que me permite seguir luchando contra molinos de viento. Tengo dos comedias en argumento terminadas, listas para desarrollar los guiones, aunque debo encontrar el momento mental de producirlas.


Me llamaron la atención los diálogos de los actores hispanos en la miniserie. Pasaban del español al inglés como si nada y luego volvían al español. Parecía como que no pudieran evitar hablar en inglés, a pesar de su lengua materna.

Así como en la frontera con Brasil se habla el "portuñol", todo el fenómeno migratorio de Estados Unidos convierte a este país en un enorme crisol de razas, costumbres y dialectos. Yo mismo, al escribir las respuestas a tus preguntas, tengo que refrenarme de no escribir parking en lugar de estacionamiento. Cuando uno llega se mata de risa al escuchar las cosas que un par de años más tarde uno mismo está irremediablemente diciendo.


En un momento del Episodio 3 aparece un libro de Scorsese en la casa de tu personaje. Esa es una señal que denota gustos tuyos por el cine de otros realizadores que no solo están vinculados al terror…

Sí; Scorsese y Coppola me marcaron mucho. También Fellini me apasiona. Me gusta el cine cuando es honesto y creo que estos tres realizadores, y muchos otros, lo son. Corman es honesto, como cineasta. Ser honesto no quiere decir ser bueno, sino simplemente hacer lo que sentís que querés hacer. Eso es lo que admiro de estos realizadores. Woody Allen también. Claro que todos han tenido sus caídas. Pero son personas, no piezas de engranaje de una industria. Hubo una época en que la estructura era todo lo que me interesaba. En Uruguay mis películas eran totalmente estructuralistas. Hitchcock y su fórmula, que inspiró a Carpenter, De Palma y tantos otros, eran mi Biblia y de ahí nadie me sacaba. Por eso me importaban un carajo las actuaciones, la verosimilitud de los diálogos y situaciones, etc. Todo era cómo yo ponía la cámara y cómo luego cortaría. De la mano de mi cambio de hábitat y mis experiencias, en especial las duras, vino también un cambio de apreciación cinematográfica. Ojalá se me pegue algo en mi creatividad también.

Almohadón de plumas 


Pero me imagino que vos no sos de los que piensa que todo el buen terror de los ´70 y ejemplos esporádicos surgidos en los ´80 y hasta nuestros días se hayan basado netamente en el cine de Alfred Hitchcock. Los realizadores también han aportado su enorme grano de arena.

No, claro que no. La formula estricta de Hitchcock; plano largo de mujer en peligro - plano subjetivo de lo que ella ve - primer plano de su cara asustada, empieza a caminar - cámara sobre rieles describe su caminar en otro plano subjetivo - mujer llega frente a una puerta en plano medio - primer plano de su cara mira picaporte - plano detalle de mano lo abre - etc, etc, inspiró a muchos cineastas y no solo del cine de terror. Algunos siguieron su formula en forma casi calcada, como Brian De Palma. Otros con menor grado de fidelidad, caso de Carpenter. Como dije; empezar a caminar de la mano de los que saben es la mejor forma de aprender a dar buenos pasos. Pero otros cineastas más inspirados y menos estructuralistas como Friedkin, de Hitchcock usaron mucho menos y nos dieron algunas de las mejores películas, otra vez no solo de terror, como El Exorcista. Ni hablar de Kubrick con El resplandor, que tiene su estilo muy propio y no parece deberle nada a nadie, excepto a Penderecki y Bela Bartok, con cuya música se inspiro y muy bien.

Te digo esto porque cierto sector de la crítica, cada vez que aparece un director brillando en el género del terror, inmediatamente le resta mérito por parecerse a determinada obra del maestro británico...

La verdad es que el cine de Hitchcock es probablemente el cine más técnico que se ha hecho. El hombre fue un maestro porque supo combinar un uso minucioso de la técnica con un sentido del timing único. El sabía cuántos cuadros necesitaba en cada toma para ponerte nervioso, para que sea interesante; en fin; para hacer de la audiencia lo que él quisiera. Pero ojo; también fue fruto de una época. Y en él se combinaba talento y un espíritu de trabajo muy fuerte que no todo director tiene. El hombre hizo como cincuenta películas, ¿pero cuántas recordamos?

¿Y qué hay de las influencias del terror en sí?

El terror esta atravesando por un momento de mierda desde hace años. Yo casi no voy al cine. El mejor terror, por fuera de los clásicos de la Universal y la Hammer, se hizo en este país en los ´70. Los ´80 y los ´90 lo hicieron bosta y el siglo XXI no ha aportado nada nuevo. Me sigue fascinando la honestidad del encanto feroz del Hombre Lobo de Lon Chaney, la meticulosidad de una película Hammer de Terence Fisher, el realismo brutal de Friedkin en El Exorcista, la elegancia macabra de Kubrick en El resplandor.

Pero no solo el cine de terror está para el soberano carajo, sino el cine en general. Los monopolios en el marco de un sistema económico mercantil y manejado por corporaciones ha afectado todo para mal, y el cine no es la excepción. Antes las decisiones las tomaba Samuel Goldwyn de la Metro, o David Zanuck de la Paramount. Se cogían todo; eran unos verdaderos zares; pero eran "humanos", y les gustaba lo que hacían. Hoy son comités ejecutivos multinacionales, y cuando un guión llega a sus manos, antes pasó por las de varios que lo único que temen es perder su trabajo si el comité deja de confiar en su juicio. ¿Y cómo un comité deja de confiar en el juicio de un ejecutivo? Si el ejecutivo toma riesgos. Adiós cine; adiós arte. Este es el mundo en que el mercadeo es mas importante que el producto que se vende. Por eso los vendedores son más importantes que los que fabrican el producto. Por eso los que hacen buenas relaciones públicas son más propensos a llevarse bien con los vendedores. Porque ambos se mueven a un mismo nivel de superficialidad. Entonces cuando un guionista o director vende una historia él ya lo pasó por sus propios filtros, porque sabe que se la va a estar vendiendo a un tipo que entiende más de números y estadísticas, que de cine o arte. Por eso todas las películas y en especial las de terror están orientadas a un publico adolescente, porque los números demuestran que son los mayores compradores. Por eso son remakes, ya que los números de la versión uno y dos fueron buenos y lo más probable es que la tres y la cuatro también. ¡Hasta filman las partes uno, dos y tres al mismo tiempo! El cine en general y el de terror en particular, más que nunca..., es de terror.

Y ojo... que el cine latinoamericano, europeo y hasta asiático se está contaminando de la misma mierda. Porque cuando ves una película latinoamericana o europea hecha de los ´80 para aquí te das cuenta de que los realizadores están haciendo determinadas cosas porque es lo que se espera de ellos. Y eso es un asco. Es otra forma de prostitución creativa. Cuando un gringo nacido en Los Ángeles se acerca a un estudio con una idea se espera de él que escriba una historia cuadrada, previsible, con muchos adolescentes y con final feliz. Pero si sos latino o europeo se espera finales trágicos o no necesariamente felices, historias "humanas" con mucho sentimiento. ¿Entonces qué hace el latino? Escribe historias a la medida de lo que considera le valdrá primero el dinero para hacerla y luego una posible entrada a los Oscars. Nadie es ajeno al éxito de La vida es bella de Roberto Benigni. Todos quieren llegar a eso, mediante la protesta fácil, el llanto, los supuestos contenidos controversiales. Es una especie de destape, que me hace acordar a la paja intelectual del cine latino y español de los ´80, donde decir palabrotas y mostrar una teta era merecedor de un Oscar, un Martín Fierro y un flan con dulce de leche. Lo que yo espero del cine de cualquier genero y del arte en general es honestidad. Que seas honestamente sensible, honestamente horrible, honestamente bueno u honestamente malo. No comparar a Cinema Paradiso con Amarcord, ni a La vida es bella con Ladrones de bicicletas.

Rumbo a la oscuridad


Justamente, muchas veces me topo con películas de terror off-Hollywood y me encuentro con que simplemente se dedican a imitar las porquerías industriales de hoy en día o bien se concentran pura y exclusivamente en efectos sensacionalistas y de maquillaje. ¿Es una cuestión de generaciones o un asunto de que las cosas pasan por delante y no se ven?

Yo tengo 35 pirulos. Me crié viendo televisión y cine de los ´70. Y en mi adolescencia pertenecí al Cine Club de Colonia, donde vi Bergman, Fellini, Kurosawa, etc. Soy muy afortunado. Cuando todo lo que has visto en tu vida es MTV y reality shows no podés esperar que tu mente produzca nada brillante. Me encanta MTV por un rato. Es un semillero de innovación narrativa y técnica. Pero uno no puede vivir de semillas. Y lo mismo con los reality shows; son la pornografía del documental. Y el documental es un género maravilloso. Una vez más, vamos a lo mismo: cuando todo queda en manos de la gente de mercadeo y la gente de mercadeo descubre que con semillas se puede hacer dinero, entonces todo se convierte en un granero. El cine y el arte en general hoy por hoy han perdido por completo el sentido del balance entre movimiento y quietud, ruido y silencio. Todo es rápido, cortes de video-clip y lleguemos al punto clave ya... ¡pero ya!. Esto no hace otra cosa más que reflejar la sociedad actual. Los jóvenes llegan a vice-presidentes de una compañía con veinte y pico. No están formados como personas, pero ya tienen a su cargo a muchas otras tantas, de las cuales se deshacen como quien quema vidas en un videogame. Es un momento de total oscurantismo cultural y social, y se refleja en las películas.

¿Cómo juega el tema de la religión en tus trabajos? Me llevo la sensación de que cuestionás más a las iglesias y sus sacerdotes - Rumbo a la oscuridad, Amor brujo - que a la idea de Dios en sí…

Hay realizadores que tienen un problema con la Iglesia, por lo que les ha hecho en sus cabezas; Scorsese es uno de ellos. A mi la religión no me ha hecho daño; al contrario; me ha dotado de un cierto sentimiento muy primitivo pero a su vez honesto, de lo que está bien y lo que está mal. En ese sentido, creo que las religiones cumplen una función social y creo que funcionan de acuerdo al nivel evolutivo de sus feligreses. La única razón por la cual yo le doy tanto palo a la Iglesia en mis películas es porque le ha metido a la sociedad valores que me joden tales como la monogamia y la fidelidad. ¿No te jode a vos?

Bueno, depende un poco de cada uno. Al menos tenés una causa entendible, y no como la gran mayoría de producciones xenófobas hollywoodenses, por ejemplo, que atacan al Cristianismo con el objetivo de desmitificarlo ante todo ser humano posible. Con La Pasión de Cristo bien que saltaron por esos pagos...

Yo vi La Pasión de Cristo. La vi en una copia pirata en DVD... Para qué vamos a perder tiempo considerando si esta "bien hecha" o no. Si sos Mel Gibson, el sonido, que creo va a ganar un Oscar, no puede estar mal. La luz no puede estar mal. Las actuaciones tienen que estar decentes. El vestuario, la escenografía... Si sos Gibson, Spielberg o cualquiera que se mueva en esos niveles es perder el tiempo buscarle defectos técnicos a sus películas. A mí la película me pareció una oda al sadismo. Creo que Gibson tenía tres libros: Drácula de Stocker, Frankenstein de Shelley y La Biblia de autores varios. Dijo, vamos a entrarle a La Biblia, que como peli de terror va a quedar original, y al ser de tantos autores va a parecer que es más mía. El tipo se mandó una obra de terror como pocas. Con el diablo rodeado de niños deformes y gusanos saliéndole de la nariz. El 75 % de la película esta en cámara lenta. Eso significa que probablemente filmó cincuenta minutos de la misma y la alargó para hacer un largometraje. El tipo tomó opciones, hizo lo que quiso y en ese sentido me parece válido. Pero la religión es una excusa para su antisemitismo y su sadismo. Amén.

¿Te jodió un poco el hecho de que fueras a un colegio de monjas en Colonia?

Todo lo contrario. Allí leí mis primeros libros sobre posesiones diabólicas.

¿Y qué hay de los médicos? Tanto en Almohadón de plumas como en Mala sangre hay cuestionamientos hacia ellos. Incluso en Headcrusher, al igual que en Mala sangre, mueren varios.

La medicina clínica existe como tal desde el descubrimiento de la penicilina. Antes todos eran médicos brujos. Aún hoy diagnosticar lo que le ocurre a una máquina tan compleja como el cuerpo humano no es moco de pavo. Los tipos hacen lo que pueden. No tengo nada en contra de los médicos. Lo que me jode es la negligencia medica. Hay ciertos laburos donde "no podés" ser negligente. Educación y Medicina a la cabeza de la lista... Por eso les doy palo. Para que no sean boludos.

Vuelvo a Rumbo a la oscuridad y me quedo con el rescate de los sentimientos humanos como principal arma para combatir el ataque extraterrestre; tenés muchas cosas para decir desde un punto de vista humano…

Cuando yo era adolescente creía en izquierdas y derechas, y en luchas sociales que en aquel entonces eran apasionantes, pero que hoy día son fósiles secos. Yo creo que hay una nueva revolución que es "imperativo" llevar a cabo y es una revolución humanista. Tenemos que rescatar los valores humanos y dejarnos de joder un poco con la ciberpaja. La tecnología es muy útil y, como la palabra lo indica, debe ser utilizada como ayuda en la vida cotidiana y no como reemplazo de ella. Desde los chisporroteos de efectos digitales versus buenos guiones en el cine hasta la paja internética de un chat versus el levante en un baile y la planchada de arena en un playa, la humanidad esta caminando en dirección opuesta a su naturaleza. Y eso me jode mucho y me imagino que se ve reflejado en mis películas.

Haciendo el amor... brujo

¿Por qué te decidiste a hacer un trabajo tan particular como Haciendo el amor…brujo? Es más, creo que es tu película más sangrienta, ya que no se salva nadie.

El 11 de setiembre de 2001 el teléfono me sonó dos veces. Una vez a las siete de la mañana y era mi madre para decirme que había muerto una persona muy cercana. Después sonó de nuevo a las nueve y era mi asistente para decirme que no iba a ir a trabajar a la estación porque no se animaba a salir por lo de las "torres gemelas". Puse la tele y vi lo que estaba pasando. Después de unos minutos de shock - a algunos en este país el shock les durará para siempre - me di cuenta de que todo cambiaría mucho de ahí en más. En ese momento estaba escribiendo una película de terror delirante sobre el "Chupacabras", un mito puertorriqueño sobre una especie de alienígena que le chupa la sangre a lo que encuentra. Estaba estancado en un guión árido y boludo. Me di cuenta de que hacer una peli de terror no iba a ser lo mejor en ese momento. Me puse a pensar que quería hacer una comedia. No sabía qué hacer. No encontraba una historia. De pedo me puse a hacer una copia de un documental real que se llama Making of Amor Brujo, que cuenta, sin chistes, cómo hicimos la mini-serie Amor brujo. Y mientras lo copiaba se me ocurrió la demencial idea de tomar esas entrevistas y hacer una comedia, hilada débilmente por los comentarios de las entrevistas. Por esa razón, si mirás la película, vas a ver que las entrevistas a mí y al resto del equipo y actores son muy realistas; esto es porque nadie está actuando; esas entrevistas son reales. Luego me vi enfrentado al grave problema de escribir sobre personas reales y además allegadas en mayor menor grado a mí. Eso fue muy jodido. No quería terminar con un montón de enemigos y un guión improducible. ¡¡¡Tenía que enganchar a los mismos actores para que hicieran de sí mismos!!! Era una demencia total. Entonces decidí centrar casi totalmente la película en mis propias miserias humanas. Era el único tipo que no me iba a dar problemas ni a demandar. Y así fue como hice la película más autobiográfica desde 8 y 1/2 ... aunque no me quedó tan buena como a Fellini...

En un momento aparecés vestido de vampiro y pensé en el viejo y temible Crowley, que incluso te llevó a hacerle una secuela, la única de toda tu carrera. ¿Te habías quedado enganchado con el personaje?

Crowley fue mi primer largometraje. Por eso se volvió entrañable. Con él aprendí, con total primitivismo, a escribir en largo, a darle comienzo, medio y final a una historia. Es un cocktail de muchas películas que había visto y otras de las que había oído y con las que había fantaseado toda mi vida. Pero también tiene toda la energía, repito muy primitiva, del de un tipo enamorado del cine, sin ninguna educación en absoluto y que se larga a producir un largometraje a los 17 años. Claro que estaba enganchado con Crowley. Todavía lo estoy. Quizá algún día haga una mini-serie...


A los 12 años no llegaste a editar una novela que habías escrito, titulada Vampiro, el mismo nombre, pero en plural, que casi dos décadas más tarde usaría John Carpenter para su película. ¿Se puede considerar la semilla que dio origen a Crowley?

No. Vampiro es algo muy curioso. Es una novela escrita en primera persona, onda Drácula, de Stoker, y tiene cuatro capítulos. El primero es un diario "real" que yo llevaba a los doce años. Todo lo que cuenta el primer capítulo sobre casas abandonadas que visitábamos con mi amigo Juan Lazzarinni - el que actuó e hizo la música de algunas de mis películas -; todo lo que cuenta sobre animales muertos que encontrábamos, etc, etc, es real. Luego le agregué otros tres capítulos donde los vampiros aparecen por todos lados. Tiene una gran influencia de Salem's Lot, que por aquel entonces fue el regalo de mi cumpleaños de 12 que le pedí a mis padres. Crowley no tiene nada que ver con esa historia. Crowley nació como un cuento en capítulos que se publico en el Semanario El Sol de Colonia. No me acuerdo, pero creo que duró ocho semanas. Se llamaba Crowley y era básicamente toda la misma historia que la pelicula, excepto que el primer capitulo transcurría en la época de la Colonia.

Crowley

¿Y qué me decís de Posesión, en tributo a El Exorcista? Cuando la dieron, según declaraciones tuyas que leí en otro medio, en Colonia justo un canal argentino estaba dando Aeropuerto ´79 / SOS: El Concorde, con... Mercedes McCambridge, la voz demoníaca de Linda Blair en la película de Friedkin.

Escribí el guión de Posesión cuando tenia 13 años y me fui con él abajo del brazo al Canal 3. No me dieron bola. Estaba demasiado gurí. Volví con el mismo guión tres años más tarde y creo que el resto de la historia ya la conocés. Posesión no tiene tanta influencia directa de El Exorcista sino más bien de un telefilm que me marcó mucho, que a su vez estaba muy influenciado por este clásico. Hablo del telefilm Possessed, protagonizado por Joan Hackett y James Farentino. Lo vi antes de la película de Friedkin y me asustó muchísimo. Por mucho tiempo le tuve miedo a la escena final de esa película, donde Hackett cambia su voz de golpe, se pone verde...; en fin, muy, muy parecido al final de Posesión. Incluso Beatriz Rossi, actriz protagónica de Posesión, tiene un notable parecido con Joan Hackett. La noche que se estrenó estaban dando SOS: El Concorde, con Alain Delon y Sylvia Kristel. En Colonia tuvimos más rating nosotros... por la novedad, obviamente.

¿Cómo es tu relación con los cómics? Sé que anduviste haciendo varios en Colonia.

Desde chico siempre tuve mano para el dibujo y cuando ya estaba en quinto o sexto de primaria hacía cuadernos enteros de historietas. Eran historietas de "Ricardo y su pandilla"... egocéntrico de chiquito el hombre ya... Era yo y todos mis compañeros reales de escuela que teníamos superpoderes. ¿Nuestros enemigos? Drácula, el Hombre Lobo, Frankenstein y la Momia, más que nada. La imposibilidad de publicar historietas, - aunque me publicaron una página entera en Patatín y Patatán ...¡guarda el pomo! - y la imposibilidad de publicar mis novelas, me llevo a hacer cine... Ya sé que suena una locura total, pero se me hizo mas fácil hacer mi primera película que publicar mis trabajos gráficos o literarios... Luego, a los quince años por ahí, mi padrino me pagó el curso completo de CEAC de dibujo de historietas; me recibí y todo. Ahí aprendí el lenguaje del cine. La historieta y el cine tienen un lenguaje idéntico. Así fue como aprendí a hacer cine; dibujando historietas.


Alpha Studios también enseña a hacer varias cosas vinculadas al cine, aunque no le preocupa tanto el diploma de egresado sino que el alumno aprenda y ya de una se ponga a trabajar en el set. "Tú aprendes mientras lo haces" es uno de los lemas. ¿Se puede decir que funciona más bien como un complemento a la parte teórica, donde se trata de sacar y/o pulir el talento de aquel que ingresa, para luego ponerlo en práctica?

Hablemos claro... No tengo plata para hacer una película. Vení, trabajá gratis y te dejo aprender mientras hacés. Es un trato justo y todos nos beneficiamos. No te cobro, pero tampoco te pago. Vos te vas con tus conocimientos a tu casa y yo me quedo con otra obra. The End.

Es inevitable recordar a Roger Corman cuando uno ve que Islas ha filmado obras que llamaron mucho la atención por sus virtudes, hechas con muy poca plata y en muy poco tiempo. Ponés el caso de Francis Coppola y James Cameron, discípulos de Roger, como ejemplo. ¿Hay algo de eso dentro de lo que se enseña en Alpha Studios?

Mucho. Cuando leés o ves entrevistas a Jack Nicholson él siempre recuerda que le convenía mas trabajar como chofer para Corman que como actor, porque como chofer le pagaban y como actor no. Corman hizo lo que hizo en un momento muy especial, y hoy vive de la franquicia y el mito que creó. Hoy no es posible hacer lo que él hizo. Es una época muy diferente. Cuando yo estaba en Uruguay era más factible hacer algo así allá de lo que hoy es aquí. Independientemente de la guita que aquí mismo pongas en hacer una película, y por supuesto independientemente de si es buena o no, lo único que cuenta son los quince millones que tengas para la campaña de mercadeo. Sin eso no hay distribución en teatros. Punto. El DVD ha abierto puertas nuevas e interesantes. Pero ya hay lobos que han encontrado la forma de monopolizar eso también. En Uruguay yo terminaba una película un viernes, y el jueves de la semana entrante estaba tomando un café con Álvaro Caso de ENEC. Dos meses más tarde la película estaba en los videoclubes y yo estaba recogiendo un cheque. Acá... ni para mí, ni para el más gringo de los gringos eso funciona así. El problema hoy con las facilidades tecnológicas ya no es cómo hacer una película, sino cómo mostrarla. Y no es un accidente económico o social...; está muy bien planeado por una industria que en su momento casi sucumbe antes los independientes como Corman y que ya no están dispuestos a correr ese riesgo otra vez.

Islas en Plenilunio

Sos el John Carpenter uruguayo pero también podrías ser perfectamente el Roger Corman uruguayo.

Lo de Carpenter fue un período de aprendizaje de lenguaje. Yo no tuve la posibilidad de estudiar cine en aulas. Entonces fui al video club y elegí profesores: Carpenter, Hitchcock, De Palma, el Spielberg de Tiburón. Después, cuando me di cuenta de que todos habían muerto, no solo Hitchcock, me decidí a apreciar el cine con la inocencia de alguien que nunca hizo una película, sino que simplemente quiere fascinarse con una buena historia. Ahí descubrí a Scorsese, Coppola, Truffaut, Fellini. Lo de Corman tiene que ver con un formato de producción: la poca guita y el tiempo rápido. Pero no es una elección... es una necesidad.

Salgo del terreno fantástico y me detengo en Nuestros niños...

Nuestros niños es un programa de consejos para padres latinos. El mismo dura media hora, con tres bloques. El primero y tercero son paquetes (mini-documentales que yo producía en su totalidad) y el bloque del medio una entrevista en estudio. Para ese programa empecé haciendo sólo los paquetes, pero terminé dirigiendo lo de estudio también. La conductora se ganó dos Emmy y ahora está ganando fortunas en NBC, la otra productora - una uruguaya que se llama Verónica Psetizki, que solía producir Muy Buenos Días para Canal 4 - ahora vive en Inglaterra y trabaja para BBC de Londres, y yo me quedé aquí en Canal 20 de PBS, donde después de que se fueron Verónica y la conductora, hice otra temporada casi solo, con otra conductora, y me volvieron a nominar para un Emmy por un especial sobre lo mierda que es la televisión para los niños. Ahí me saqué las ganas de darle palos a Disney, Hollywood, etc. Viajé por todo el país, entrevisté a especialistas en Los Ángeles, Miami, etc. El programa quedó "muy pesado"; creí que nunca lo iban a emitir, pero lo emitieron por todos lados y casi me gano el Emmy.

... y ahora vuelvo al terror, con Miedo silencioso...

Miedo silencioso es la película que produje para el FONA cuando gané. Es un desastre. El guión estaba basado en una buena idea: una mina pierde la voz en un accidente en el cual muere su mejor amiga. Su marido la lleva a una casa de fin de semana a descansar, para suavizar el trauma. La deja sola, se va a laburar a Montevideo. Cuando ella está sola en la casa, que está separada de otro inmueble en medio de la nada, un cartero le deja por error una carta que era para la vivienda de al lado. La mujer agarra la carta, va a la casa del vecino y se encuentra con una loca/monstrua que acaba de matar a su madre y que ahora se escapa y le hace la vida imposible a la muda. Al final, del susto, la muda recobra la voz en un grito de terror. Colorin colorado, la película muda de 45 minutos ha terminado. Como arte conceptual, muy buena: una peli muda de finales de siglo. La muda dice "mm mmmm mmm" y la loca monstruo dice "grrr grrr grrr". Y nadie más habla nada. Pero el guión hace agua, le faltan mas buenas ideas que lo ornamenten. Pero como era novedoso, el FONA le dio los 50.000 dólares. La producción fue un desastre, me rodee de buitres mercenarios que lo único que querían era la guita, y al carajo el proyecto. No todos, por supuesto, pero los puestos claves así eran. Pero, al igual que en Headcrusher, donde mi cabeza estaba en "líos de faldas", en esta película, Miedo silencioso, mi cabeza estaba en mi viaje a Estados Unidos. El cine independiente donde el escritor y el director son el mismo siempre es cine de autor. Es más autentico, para bien o para mal. En este caso fue para lo segundo. En aquella reunión con el FONA me acuerdo que les dije: "ustedes representan los canales de televisión de este país; ¿por qué no hacen un concurso de guiones, lo premian y luego, aparte, buscan quién produzca?; no siempre el buen escritor es capaz de producir, y la mayor parte de las veces el buen productor es un desastre escribiendo." Me escucharon, pero no sé si me entendieron...

Sara Bessio interpreta a la muda, Julieta Denevi es la monstrua, el protagonista de Crowley, Daniel Lacoste, es el marido. Y luego está lleno de cameos: Espalter, Ximena, Rodríguez Tabeira, Pepe Vázquez, etc, etc. Una lástima. Una buena idea, guita, un elenco interesante y una cagada biónica. La película no esta tan mal, dejáme decirte; pero paradójicamente, en una película muda el sonido es todo. Y en la postproducción de sonido caí en manos de un par de chantas de película. El día de la mezcla final de sonido se aparecieron en la suite de edición con el disco duro portátil de la computadora donde los truenos sonaban bajos, los ambientes estaban vacíos, las cosas no sincronizadas. "Un desastre".

Cuando los del FONA la vieron les pareció una mierda y no me querían pagar el resto de la guita. En una reunión que atesoro como uno de mis recuerdos más preciados me enfrenté a ellos en la Intendencia de Montevideo y les expliqué la mierda que era la televisión uruguaya, la mierda argentina que compraban y pasaban sin decir ni mu y que ahora se las daban de exquisitos. Y aflojaron y pagaron. Pero la verdad, me quedé con el sabor ambivalente del loco que convenció a la minita virgen de que le abra la piernas y después de que se la cogió la dejó en banda. Me cerré las puertas de mi propio nido.

Las cenizas de Crowley

Sé que habías presentado otros guiones que también llamaron la atención a nivel de concursos: La isla del minotauro y La lluvia.

La isla del minotauro es la historia de un tipo que trabaja para una empresa grande; un día tiene una pelea con un cliente, la firma lo manda a un psicólogo y éste le receta vacaciones en una isla. Una vez que el hombre y su familia están en la misma se encuentran con que además de ellos hay una familia de gente rara, onda la de The Texas Chainsaw Massacre. Una mina ninfómana que nunca habla, un abuelo baboso y agresivo, y un sujeto, mitad humano, mitad toro, que lo tienen encerrado en un granero... obviamente, siendo el plato fuerte cuando se escapa, ya en el clímax. La escribimos con Álvaro Buela en el ´94. Fue una experiencia muy enriquecedora, creo yo; al menos para mí. No desestimo producirla en algún momento. La presenté al concurso del INA, creo que fue el INA, y ganó. Puede que haya sido el Fondo Capital; la verdad no me acuerdo.

La lluvia la escribí junto con Miedo silencioso; a ambas las presenté al concurso del FONA. Ojalá hubiera presentado solo La lluvia; creo que habría ganado igual y con un guión mucho 

mejor a mi juicio, aunque contradiga el del FONA. Cuenta la historia de un pescador que un día es sorprendido por un chaparrón en alta mar. Al regresar, todo mojado, los otros pescadores se burlan de él porque creen que se cayó al agua, ya que en tierra no había llovido. Empieza a pasar el tiempo y el pescador empieza a sufrir de atrofias musculares que lo van reduciendo a un tipo con medio rostro y cuerpo seco. Su esposa, una putona ella, que anda de amores con el único médico del pueblo, un buen día decide terminar con la miserable vida de su esposo, ahogándole en la bañera cuando le estaba dando un baño. El médico, su amante, se da cuenta de que fue un crimen, pero la encubre firmando el certificado de defunción por muerte accidental. Pasa el entierro y esa noche otro chaparrón vuelve a caer, pero esta vez, sobre la tumba del pescador nada mas. De ahí en más la peli se vuelve una historia de paranoia y fantasmas que no vemos. Es bastante sutilona y nunca hasta el final llegamos a saber si las cosas terribles que le pasan a la viuda y su amante son producto de un fantasma real o del complejo de culpa de la tipa. La cuestión es que ya sobre el final la mina mata a su amante sin querer, creyendo que se trataba del difunto. Ella queda a la deriva en un lanchón, le cae un chaparrón encima y se da cuenta de que se ha empezado a atrofiar una mano... A mí me gusta mucho La lluvia; y también poder un día producirla en Rocha y/o Nueva Inglaterra.

Contame algo de Para matar a un asesino...

Esta es la historia de un asesino a sueldo que se ha retirado porque esta muy enamorado de su pequeña hija y no quiere más ese estilo de vida. Pero alguien de su pasado le contrata para matar a otro asesino y, a pesar de que el hombre no quiere volver a la acción, termina aceptando, porque se está cagando de hambre, trabajando en un estacionamiento por seis dólares la hora...; mas autobiografía. Aunque a mi nadie me ha contratado para matar a nadie...; sólo para hacer programas de TV y películas. Creo que lo llaman genocidio.

Me comentaste que tenías pensado volver a vivir a Uruguay. ¿Qué cosas pasan por tu cabeza?

Me encantaría volver a vivir a Uruguay. Cada día de mi vida lo pienso. Pero por lo que te decía más arriba, no estoy seguro de que esa sea una torta de la cual me toque una tajada... Planes tengo varios, pero no te voy a contar el próximo capitulo o vas a dejar de interesarte por seguir la telenovela...

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